ENSAYO RESUMEN
¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA?
El
articulo ¿Qué es estrategia? De Michael Porter, nos relata cuales son los 5
grandes factores que conforman una estrategia.
En general, algunas organizaciones creen que optimizar operaciones, aunque
es una actividad importante, es estrategia, sin embargo este es un factor
importante pero no delimita la concepción de la misma.
Por
otro lado, la estrategia tiene su motor en el lineamiento de actividades únicas
y que a su vez, hacen única a una compañía.
Si una organización realiza actividades similares a las de la compañía
líder, simplemente emulará las mejores acciones sin marcar una diferencia que trascienda
en el mercado a partir de actividades diferenciales. Sin embargo, no todas las actividades que se
programen deben desarrollarse, no todos los productos y planes deben
implementarse, parte del concepto de la estrategia consiste en sacrificar
algunos esquemas o establecer trade- offs que permitan a la organización dejar
de “apuntar” a todo a la vez y más bien enfocarse en esquemas únicos que puedan
generar valor en el tiempo.
El
artículo de Porter nos enseña además, que todas las actividades que hacen parte
de la estrategia no pueden ir por un camino sin un enfoque u objetivo común,
una estrategia también es un sistema, una sinergia de actividades, un calce
entre ellas, las actividades que hacen parte de una estrategia deben compilar
entre sí, pero esa sinergia, así como la determinación del enfoque y
optimización de actividades descritas anteriormente hacen parte de la labor del
líder. El líder debe determinar cuál es
el grupo de clientes objetivo y qué necesidades debe atender, así mismo un
líder también debe saber decir no.
En
los siguientes renglones veremos un poco más a fondo en qué consisten esos 5
factores que participan en la determinación de una estrategia, al final
identificaremos cuales son las lecciones aprendidas y cuál son las propuestas
para ponerlo en práctica.
I.
La
eficiencia operacional no es estrategia
Las
empresas deben tener la flexibilidad suficiente para responder con rapidez a
los cambios competitivos y del mercado. Deben
compararse incesantemente con un benchmark para lograr una mejor práctica.
Deben tercerizar en forma agresiva con
el fin de adquirir eficiencia en diferentes ámbitos. Asimismo, deben fomentar algunas competencias
centrales para mantenerse a la cabeza de sus rivales.
La
eficacia operacional: Tanto la eficacia operacional como la estrategia son
esenciales para un desempeño superior. Una
empresa puede desempeñarse mejor que sus rivales sólo si es capaz de establecer
una diferencia que pueda mantener. Debe
entregar mayor valor a los clientes o bien crear un valor comparable a menor
costo, o ambas cosas. Lo que sigue es cuestión de la aritmética de la
rentabilidad superior: entregar mayor valor permite a una empresa cobrar
mayores precios unitarios promedio, en tanto que una mayor eficiencia da como
resultado costos unitarios promedio más bajos.
La
diferenciación se produce tanto por la elección de actividades como por la manera
en que se realizan. Por lo tanto, las actividades son las unidades básicas de
la ventaja competitiva.
La
eficacia operacional (EO) significa realizar las mismas actividades mejor que
los rivales. Aunque la eficacia operacional incluye la eficiencia, no está
limitada a ella. Se refiere a un número variado de prácticas que permiten a una
empresa hacer mejor uso de sus insumos, disminuyendo, por ejemplo, los defectos
de los productos o desarrollando mejores productos con mayor rapidez.
Por
otro lado, la frontera de la productividad se constituye como la suma de todas
las mejores prácticas existentes en un momento dado. Cuando una empresa mejora su eficacia
operacional, se acerca a la frontera. Esto tal vez requiera inversiones de
capital, personal diferente o simplemente nuevas formas de gestión.
La
frontera de la productividad está en continua expansión a medida que se crean
nuevas tecnologías y enfoques de gestión y se hacen disponibles nuevos insumos.
II.
La
estrategia descansa sobre actividades únicas
La
estrategia competitiva consiste en ser diferente. Significa la selección
deliberada de un conjunto de actividades distintas para entregar una mezcla
única de valor. La esencia de la
estrategia radica en las actividades: ya sea realizar las actividades de forma
distinta o bien realizar actividades diferentes a aquellas realizadas por los
rivales. De lo contrario, una estrategia
no es más que un lema publicitario que no resistirá la competencia.
Los
orígenes de las posiciones estratégicas.
Las posiciones estratégicas surgen de tres fuentes distintas, que no se
excluyen mutuamente y a menudo se superponen.
En
primer lugar, el posicionamiento puede estar basado en la producción de un
subconjunto de los productos o servicios de un sector. Esto es posicionamiento basado en la variedad,
porque se basa en la elección de variedades de productos o servicios más que en
los segmentos de clientes. El
posicionamiento basado en la variedad tiene sentido económico cuando una
empresa puede producir mejor determinados productos o servicios usando
diferentes grupos de actividades.
Un
segundo principio de posicionamiento es el de satisfacer la mayoría o todas las
necesidades de un grupo de clientes en particular. Esto es posicionamiento basado en las
necesidades, que se encuentra más cercano a la noción tradicional de tener como
objetivo a un segmento de clientes. Se
origina cuando existen grupos de clientes con necesidades diferentes y cuando
un conjunto de actividades hechas a la medida puede satisfacer mejor estas
necesidades. Algunos grupos de clientes
son más sensibles a los precios que otros, exigen diferentes prestaciones de
los productos y necesitan cantidades distintas de información, soporte y
servicios.
El
tercer principio de posicionamiento es el de segmentar a los clientes que son
asequibles de distintas maneras. Aunque
sus necesidades sean similares a las de otros clientes, la mejor configuración
de actividades para tener acceso a ellos es diferente. Esto es posicionamiento
basado en el acceso. El acceso puede
depender de la ubicación geográfica o del número de clientes, o de cualquier
otro parámetro que requiera un conjunto distinto de actividades para llegar a
los clientes de la mejor manera.
“¿Qué
es la estrategia?”. La estrategia es la creación de una posición única y
valiosa que involucra un conjunto diferente de actividades. Si sólo existiera una posición ideal, no habría necesidad de
contar con una estrategia. Las empresas enfrentarían un imperativo sencillo:
ganar la carrera para descubrirla y tomar posesión de ella. La esencia del posicionamiento estratégico es
elegir actividades que sean diferentes de las de los rivales. Si el mismo
conjunto de actividades fuera el mejor para generar todas las variedades,
satisfacer todas las necesidades y proveer acceso a todos los clientes, las
empresas podrían desplazarse fácilmente entre estos conjuntos de actividades y
la eficacia operacional determinaría el desempeño.
III.
Una
posición estratégica sustentable requiere trade- offs.
Una
posición estratégica no es sustentable a menos que existan trade- offs con
otras posiciones. Los trade- offs
suceden cuando las actividades son incompatibles. En pocas palabras, un
trade-off significa que para tener más de algo hay que tener menos de otra
cosa.
Los
trade- offs se originan por tres razones.
La primera son las contradicciones en la imagen o reputación.
En
segundo lugar, y de mayor importancia, los trade- offs se originan en las
actividades mismas. Las diversas posiciones requieren diferentes
configuraciones de productos, diferentes equipos, diferentes comportamientos de
los empleados, diferentes destrezas y diferentes sistemas de gestión. Por último, los trade- offs surgen de los
límites para la coordinación y el control internos.
Las
empresas que tratan de satisfacer todas las necesidades de todos los clientes
se arriesgan a generar confusión dentro de la organización a medida que sus
empleados intentan tomar decisiones
operativas cotidianas sin un marco de referencia definido. Los trade- offs en el posicionamiento abundan
en la competencia y son esenciales para la estrategia. Crean la necesidad de elegir y
deliberadamente limitan lo que ofrece una empresa.
Al
volver a la pregunta ¿Qué es la estrategia? Constatamos que los trade- offs
agregan una nueva dimensión a la respuesta. La estrategia consiste en
hacer trade- offs al competir. La
esencia de la estrategia es elegir lo que no se hará. Sin trade- offs, no
habría necesidad de elegir y tampoco se
necesitaría una estrategia. Toda buena idea podría ser y seria imitada
rápidamente. Una vez más el desempeño dependería por completo de la eficacia
operacional.
IV.
El
calce impulsa la ventaja competitiva y la sustentabilidad.
Mientras
que la eficacia operacional consiste en lograr la excelencia en actividades o
funciones individuales, la estrategia consiste en combinar las actividades.
El
costo de una actividad, por ejemplo, disminuye debido a la forma en que se
realizan otras actividades. Asimismo, el valor de una actividad para los
clientes puede ser incrementado por las demás actividades de una empresa. Éste
es el método en que el calce estratégico genera ventajas competitivas y una
rentabilidad superior.
Existen
tres tipos de calce, aunque no se excluyen entre sí. El calce de primer orden
es la coherencia simple entre cada actividad (función) y la estrategia general. El calce de segundo orden se produce cuando
las actividades se refuerzan. El calce
de tercer orden trasciende el reforzamiento de las actividades, esto es optimización
del esfuerzo.
La
coordinación y el intercambio de información en todas las actividades con el
fin de eliminar la redundancia y minimizar los esfuerzos malgastados
constituyen los tipos más básicos de optimización del esfuerzo.
¿Qué
es la estrategia? La estrategia consiste en crear un calce entre las
actividades de una empresa. El éxito de una estrategia depende de realizar bien
muchas cosas- no solo unas pocas- e integrarlas entre sí. Si no existe un calce entre las actividades,
no hay una estrategia distintiva ni mucha sustentabilidad. La administración vuelve a la tarea más
sencilla de supervisar funciones independientes, mientras que la eficacia
operacional determina el desempeño relativo de la organización.
V.
Redescubrir
la Estrategia.
La
incapacidad de elegir. Aunque los
cambios externos pueden ser el problema, la mayor amenaza para la estrategia a
menudo proviene del interior de la empresa. Una estrategia sólida se debilita
debido a una visión desinformada de la competencia, a los errores
organizaciones y, en especial, al deseo de crecer.
Algunos
ejecutivos confunden la “orientación al cliente” con la noción de que deben
atender a todas las necesidades de los clientes o responder a toda solicitud de
los canales de distribución. Otros manifiestan el deseo de conservar la
flexibilidad.
La
trampa del crecimiento. Atender a un
grupo de clientes y excluir a otros, por ejemplo, impone un límite real o
imaginario al crecimiento de los ingresos. Las estrategias orientadas a una
amplia clientela y que hacen hincapié en los precios bajos conducen a una
pérdida de ventas a los clientes sensibles a las prestaciones o al servicio.
El
crecimiento rentable. La receta consiste
en concentrarse en profundizar una posición estratégica más que en ampliarla o
en comprometerla. Profundizar una
posición implica diferenciar aún más las
actividades de la empresa, fortalecer el
calce y comunicar mejor la estrategia a los clientes que deberían valorizarla.
Sin embargo, muchas empresas sucumben a la tentación de fomentar un crecimiento
“fácil”, agregando prestaciones, productos o servicios llamativos sin
evaluarlos ni adaptarlos a su estrategia.
El
papel del liderazgo. En el líder, su esencia es la estrategia: definir y
comunicar la posición exclusiva de la empresa, hacer trade-offs y forjar el
calce entre las actividades. El líder debe establecer la disciplina para
decidir a qué cambios del sector y a cuáles necesidades de los clientes
responderá la empresa, al mismo tiempo que evita las distracciones organizaciones
y mantiene su diferenciación.
La
elección de una nueva posición para una empresa debe estar guiada por la
capacidad para encontrar nuevos trade- offs y apalancar un nuevo sistema de
actividades complementarias para que constituyan una ventaja sustentable.
Durante
el artículo de Porter sobre qué es estrategia me llama la atención, la gran
sinergia que se encuentra entre lo leído en este artículo frente a las 22 Leyes
del Marketing de Al Ries y Jack Trout, en donde se evidencia que aspectos como
el liderazgo y su impacto en el rumbo organizacional, así como la sinergia que
debe existir entre las diferentes actividades que se determinen para la
consecución de resultados o el sacrificar planes, productos, o esquemas para
obtener mejores resultados, son algunas de las premisas de las que también hacen
parte el libro de Al Ries y Jack Trout.
Finalmente
la determinación de Estrategias hace parte del día a día de la evolución del
marketing en una organización, considero que aun en cuanto se tengan claras las
estrategias a implementar, estas deben ir por el camino de no faltar o violar
alguna de las 22 leyes del marketing.
Por
otro lado, con el artículo de Estrategia son varios los aprendizajes, pero me
atrevo a resaltar la concepción de la estrategia como un todo, aunque cada
parte, cada unidad que compone una estrategia aporta al resultado, no tiene
sentido gestionar, implementar o evaluar solo una o unas de sus partes, y de
allí, nace la ventaja competitiva, de la sinergia de acciones.
Igualmente,
la idea de atender a un grupo de clientes y excluir a otros, por ejemplo, podría
concebirse como un límite al crecimiento de los ingresos. Sin embargo, el dar
enfoque a un grupo en particular sin necesidad de orientar las estrategias a
una amplia clientela con precios bajos, puede evitar además de otros puntos
negativos, una pérdida en ventas.
En
la práctica, poder adoptar las enseñanzas que con ilustrativos ejemplos nos
muestra Porter en su artículo, aunque parezcan fáciles no lo son, sin embargo,
como líder de una unidad en mi organización siento ahora de una manera más
fuerte la importancia de lograr sinergias con otras áreas al interior de mi
empresa para lograr resultados comunes que previamente ha definido la Gerencia,
aunque gran parte del día a día puede desviarse a tareas que se salen de la
estrategia definida, definitivamente se debe hacer un pare en algún punto del
camino, y retomar la ruta común que todas las áreas al interior de una
organización deben tener.
La
importancia de decidir cuál debe ser mi grupo de clientes objetivo y qué
necesidades debo buscar satisfacer, hacen parte de las actividades que como líder
debo poner en práctica. No cualquier
negocio u oportunidad presentada por unidades internas o externas a la
organización deben tomarse como un rotundo “sí, continuemos”, más bien debo
decidir con datos y hechos ciertos qué camino puede ser mucho más beneficioso
para la organización o qué se debería sacrificar respecto a los lineamientos u
objetivos establecidos por la organización, y de vez en cuando tomar la
decisión de no atender a otros clientes o no ofrecer ciertos atributos.
Palabras
más, palabras menos, decir no también es una respuesta y ésta puede ser aun más
valorada en el tiempo entre los diferentes líderes de una organización respecto
a los resultados, que decir a todo sí.
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